Sacha Llorenti, ahora un ciudadano de a pie

El otro día, mientras hacia hora para volver a trabajar, decidí entrar a un supermercado, mientras entraba, vi al sr.Llorenti quien salía muy sonriente, saludando a todos quienes estaban afuera y atinaban a mirarlo y reconocerlo; ni que reina de Carnaval.

Se afeitó los bigotes, vestía jeans y una chamarra sencilla, su forma de vestir intentaba mostrar la imagen  del ciudadano simple y corriente de a pie. Pero la verdad es que ni la sonrisita falsa y menos los jeans, le ayudan a mostrar una imagen proba, humilde y sencilla; todo lo contrario, la fachada o el disfraz, llaman la atención y lo único que consigue es conseguir miradas de de repudio y cuestionamiento: "Pero que hiciste hombre".

En algún momento pensé en acercarme para hacerle una pregunta simple y amable:  "Digame estimado señor hasta cuando pues estará Juan Kudelka en prisión? ¿Cuál es la idea de castigar de esa manera a un inocente?  ¿Qué pasará ahora que viene el juicio oral?  Acaso se pondrán la mano al pecho para liberar y enmendar el daño cometido a quienes no tuvieron nada que ver con el caso terrorismo?"

Claro, el interés de acercarme es obvio, si fuera un ciudadano común, quizás lo saludaría amablemente y hasta diría este tiene cara de buen tipo.  Pero no fue así, pasó por mi lado y no pude hacer menos que quedarme congelada y pasmada, pensando como puedo hablar con Sacha Llorenti? que oportunidad!!!  Y es que este señor es el retrato mismo del poder jerárquico y omnipontente del gobierno de Evo Morales.  Así es, él con Jean o chamarrita sigue siendo el mismo y diría que hoy ocupa máspoder que antes.

Honestamente, pensé en acercarme y encontrar en él alguna faceta humana en este personaje ciclotímico, que un día dice ser defensor de los derechos humanos y otro organiza y promueve acciones oscuras, agrede a mujeres y a niños de la forma más reprochable.  Yo quize pedirle que por favor tenga consideración de los presos inocentes, que ya destruyó muchas vidas, causó dolor, llanto y amargura, pensé nuevamente:  "Algo de corazón y conciencia tendrá Sacha",  intenté perseguirlo...después pensé serenamente, miré atrás por donde el emprendía su camino ligero y me di cuenta que nada bueno iba a sacar y que "árbol torcido no se endereza jamás".

Siento pena por usted don Sacha y por todos quienes arman y desarman nuestro país con mentiras, dividen al pueblo, matan ilusiones y convierten como si fueran dueños del mundo y amos del saber a platudos y corruptos en inocentes y a inocentes en terroristas.  A usted también le debemos la poca credibilidad de esta justicia, un fiscal disfrazado de hombre probo que a nombre de la justicia repite lo mismo cada vez, claro que sí, me refiero al Fiscal Soza, quien parece que cada día se llena más  y más de plata los bolsillos y amedrenta a todo aquel quien quiera mostrar "la verdad".  Esa verdad que más temprano que tarde llegará.

Tantas figuras de la justicia involucradas, personas que parecían implacables y que hacían honor a su juramento...entre ellos también mujeres como aquella señora inteligente que por el poder del gobierno se vio obligada a manda a Juan a la cárcel y que consternada se acercó a un grupo de personas después e una audiencia (inolvidable) para decir que iba a salir pronto, que no había suficientes pruebas contra él y que no nos preocupemos ¿Qué pasó señora Yañique? ¿Qué pasó Juez Maldonado???  

No me explico como gente tan capaz, inteligente, que se esforzó por llegar lejos profesionalmente y ganarse un nombre y buena reputación venden la verdad y la justicia a un precio tan bajo.  Si las amenazas amedrentan, acaso no es mejor hacerse a un lado o es que el incentivo es demasiado interesante como para que su conciencia quedé manchada e impura por el resto de sus días?

¿ Y señor Llorenti usted que conoce el final de todo esto, en qué termina? ¿qué trama se piensa ahora inventar desde el gobierno para el caso terrorismo (segunda versión)?.

Qué susto, pues su sed de venganza y su autoimagen de personaje perfecto e intocable hace que, todos quienes nos animamos a contar la verdad suspiremos y pensemos en nuestra persecusión